miércoles, abril 09, 2008

de pollo, verduras y confesiones

Llevo un poco más de un mes en NY. Estuve en Miami por mas de un mes en un trabajo que resulto ser solo un dolor de cabeza. Pero bueno, ya estoy aquí y eso me tiene muy contenta. Andrés fue a visitarme, es un ángel le digo, porque fue a verme cuando las cosas no iban bien. Me acuerdo que un viernes por la tarde me llamo y le platique que tendría que quedarme dos semanas mas por unos problemas que había. Yo no quería sonar como una mujer desesperada pero acabe diciéndole algo como -Andrés...te extraño, quiero verte...necesito verte...por que no vienes...-
Después le dije que yo entendía que no podía faltar a su trabajo, pero al siguiente día llego al hotel donde me estaba quedando. Si no estaba seguro de mi desesperación por verlo (que lo dudo), lo pudo confirmar con mi reacción al verlo. Llore. ¡Llore!
Me le fui encima como estoy segura me le iría encima a un pastel de chocolate con cubierto de chocolate si no me causara migraña.
Lo primero que hicimos fue dormir. Si. Dormir.
Unos cuantos besos (o varios) y abrazos, pero solo dormimos. Yo no había podido dormir bien sin el a mi lado. Extrañe mucho despertar por las noches y saber que en cualquier momento que lo necesitara, podía acurrucarme en sus brazos.
Ya después si nos "dijimos" que tanto nos habíamos extrañado.
Y si lo extrañe mucho.
En ese tiempo que estuve lejos, extrañe esos detalles que a diario voy descubriendo con él. Extrañe esa horrible sopa de pollo que cocina para mi cuando estoy enferma. Es una sopa que siempre es mas agua que nada.
Extrañe esa manera en que arquea su ceja derecha y trata de disimular su sonrisa cuando le digo algo con lo que no esta de acuerdo y le causa gracia.
Extrañe escucharlo cantar mientras se baña. Siempre canta esa canción de los Beatles, “I saw her standing there.” Dice que le recuerda el momento en que me conoció.
Y no se que es mas horrible, si la manera en que he observado esos pequeños detalles o que por fin lo estoy admitiendo.

Desde que regrese, Andrés me dijo que el iba a cocinar los fines de semana. No me acuerdo mucho de sus razones que me dio para hacerlo, yo estaba muy ocupada escuchando a los jinetes anunciando el Apocalipsis.
Así que esos días se me han ido en risas. Los sábados despierta seguro de que ese día si podrá cocinar algo decente y los domingos acaba diciendo: -¿No se te antoja ir a algún lugar a comer?-
Hasta usa mi delantal rosa, creo que piensa que tal vez así no le echara tanta sal a la comida.
Me encanta escuchar su tono de desesperación llamándome cada vez que algo le sale mal.
El sábado me llamo porque se le estaba quemando las papas en el horno y al voltear un pedazo de pollo empanizado se le cayó al suelo. Se quejo muy indignado que él no tenia buena puntería y que no podía hacer mucho con solo dos manos. Yo tuve que morderme la lengua para no reírme y decirle que eso no era cierto. Tengo la mente demasiado retorcida y con el mi mente ya nunca esta en territorio inocente. Él me ha dicho que solo lo pervierto. Eso si lo dudo. Él es el que siempre me anda insinuando cosas con esa sonrisa que parece estar perpetuamente al borde de la risa.

También he descubierto que Andrés me pone nerviosa. Yo no diría que me hace sentir mariposas en el estomago. Más bien perecen unos rinocerontes.
Ayer yo estaba muy tranquila haciendo un trabajo cuando él entro al cuarto, recién bañadito y solamente con una toalla alrededor de la cintura. Mi reacción fue de lo peor. Me tape los ojos, claro, disimuladamente. Pero solo conseguí que se me acercara a preguntarme si me dolía la cabeza. Le dije que no y la voz me salio como si hubiera tomado una bocanada de helio de algún globo. No ayudo que él oliera a esos productos que anuncian en el televisor (y que a él le encantan) según con la advertencia de que las mujeres se volverán locas con la fragancia. Esas cosas infernales si funcionan.

Hace unas semanas me di cuenta de que en estos meses que hemos estado juntos, ninguno de los dos había dicho un “te amo”. Admito que al darme cuenta me dolió que él nunca me lo hubiera dicho. Se que estoy siendo ridícula porque me ha dicho que me quiere y que siempre ha estado enamorado de mi. ¿Eso implica un "te amo" no? Pero igual me dolió poquito. Pero no podía reclamar nada. En primera porque no hay nada que reclamar, me ha demostrado su amor todos estos años. Y además, yo también no lo había dicho. ¿Es un “te amo” diferente a un “te quiero”? A mi un “te amo” me suena mucho mas fuerte. Lo dije varias veces en voz alta sola en el cuarto y la verdad soné muy mal.
Pero a los pocos días ocurrió.
Yo traía su camisa puesta y el solo con su pantalón. Puse la canción “At last” de Etta James. Riéndome le dije que bailara conmigo. Y así de la nada me dijo,
-Me gusta como siempre caen tus rizos así…todos rebeldes como les dices tú. Ah Laila…eres hermosa. Tus facciones…tus hermosos ojos, tienes un no sé qué de angélico que es difícil describir.-
En ese momento se escaparon de mis labios esas dos palabras con tanta naturalidad que nos sorprendió a los dos, creo que más a mi. Intente explicarle porque no lo había dicho antes pero no me dejo. Me di cuenta que él también había pensado en eso, pero igual que yo por miedo no lo había dicho. ¿Miedo a que? No lo se, pero es un miedo que aun no me deja del todo. No olvidare su sonrisa y sus palabras, -No te imaginas cuanto te amo-

Y como va la canción…”I’ll never dance with another….”