jueves, septiembre 13, 2007

el olor y el sabor del amor

Ya mamá se regreso a México, no antes sin darme algunas regañadas sobre "el niño Andrés."
-¿Y ustedes dos que esperan? Estas haciendo sufrir al pobre muchacho.-
-No queremos apresurar las cosas-
-¿Apresurar las cosas? Pero si ustedes van a paso de tortuga! ¿Que tanto esperan? El pan se enfría.-

No puedo estar de acuerdo con eso de que el pan se enfría, (aunque aun tengo dudas sobre lo que quiso decir pero mejor así lo dejo) ya que Andrés y yo hemos recuperado la relación que teníamos antes. Esa familiaridad que practicamente nos define otra vez esta presente, desde el momento en que despertamos, yo preparándole el desayuno hasta por las noches cuando el me prepara un te. Pero como dije la ultima vez, ya no es lo mismo. Es mucho mejor. Creo que ya podemos llamarnos "novios" aunque la verdad no me gusta mucho la palabra.
Ah y los besos...
Aunque hace once años nos besamos como si el mundo se fuera acabar en los siguientes minutos, el primer beso de este siglo (hace dos semanas) fue uno medio torpe. Claro, también esta el beso que me dio hace meses pero ese no cuenta ya que como dice Andrés, yo no participe. Pero el beso de hace dos semanas sera otro recuerdo que añadiremos a la lista de recuerdos graciosos de nuestras vidas.
Fue uno de esos besos que empiezan mal, los labios sin encontrarse por los nervios, mi nariz chocando con la de el, la duda de cuando debe terminar el beso, jaja en fin...
Me acuerdo que riéndome le dije que no podía creer que el con su reputación de Casanova le pasaran estas cosas. El solo me abrazo y me dijo al oido,
-Hay algo en ti que me hace sentir como aquel adolescente inseguro de hace años.-

Así abrazados, con mi cabeza en su hombro y mis labios cerca de su piel, recordé algo que mi mamá me dijo hace años. Ya no recuerdo las palabras exactas, en ese tiempo cualquier cosa con la palabra amor no me interesaba. Me dijo que cuando uno ama a una persona, que es ese amor que hemos esperado toda la vida, hay una fragancia especial en el aire, en esa persona.
Y yo amo el olor de Andrés, es un olor confortante. Me di cuenta de eso en ese abrazo. Así que como le dije, no fue mi culpa que cautivada por su olor, deje que mi labios siguieran un camino hasta los suyos. Y ese beso fue un buen beso. De los que hablan en poemas, en películas románticas y que a la vez son indescriptibles.
Sus besos saben a helado de chocolate. Tal vez fue el helado que había estado comiendo, o tal vez de cualquier forma sus besos me iban a saber así.
Aun me saben a chocolate.

Aunque han pasado muchos años, creo que lo mejor es seguir como vamos.
A paso de tortuga.

Pero mi madre puede estar tranquila. El pan no se esta enfriando.

"Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso,
qué soledad errante hasta tu compañía! "
(Cien sonetos de amor:Soneto II)

Pasado

Tenemos que echar abajo el pasado
y como se construye
piso por piso, ventana a ventana,
y sube el edificio
así, bajando vamos
primero tejas rotas,
luego orgullosas puertas,
hasta que del pasado
sale polvo
como si se golpeara
contra el suelo,
sale humo
como si se quemara,
y cada nuevo día
reluce
como un plato
vacío:
no hay nada, no hubo nada:
hay que llenarlo
de nuevas nutriciones
espaciosas,
entonces, hacia abajo
cae el día de ayer
como en un pozo
al agua de pasado,
a la cisterna
de lo que ya no tiene voz ni fuego.
Es difícil
acostumbrar los huesos
a perderse,
los ojos
a cerrarse
pero
lo hacemos
sin saberlo:
todo era vivo,
vivo, vivo, vivo
como un pez escarlata
pero el tiempo
pasó con trapo y noche
y fue borrando
el pez y su latido;
al agua al agua al agua
va cayendo el pasado
aunque se agarre
a espinas
y raíces:
se fue se fue y no valen
los recuerdos:
ya el párpado sombrío
cubrió la luz del ojo
y aquello que vivía
ya no vive:
lo que fuimos no somos.
Y la palabra aunque las letras tengan
iguales transparencias y vocales
ahora es otra y es otra la boca:
la misma boca es oirá boca ahora:
cambiaron labios, piel, circulaciones,
otro ser ocupó nuestro esqueleto:
aquel que fue en nosotros ya no está:
se fue, pero si llaman, respondemos
"Aquí estoy" y se sabe que no estamos,
que aquel que estaba, estuvo y se perdió:
se perdió en el pasaoo y ya no vuelvo.
(Plenos Poderes:Pasado)