sábado, noviembre 03, 2007

cosas del insomnio

Una vez mas la promesa de escribir seguido se ha quedado atrás con las otras que aun tengo por cumplir. Pero ya en unos meses tendré más tiempo.

La noticia importante (según): estoy apunto de presentar mi renuncia en el trabajo. Eso de tener dos trabajos que me dejan al menos dos horas libres al día me esta acabando. Además el trabajo con Diana y Mario va muy bien así que podré darme ese lujo.

He encontrando a alguien mucho más pesimista que yo, así que últimamente la he hecho de optimista. Se llama Eli y es...¿como decirlo? Es el tipo de mujer que me gustaría ser. Tiene una historia mucho más triste que la mía, la verdad me partió el corazón. Al verla no puedo dejar de sentir admiración y algo de envidia. Aun conserva esa capacidad de amar que yo creí perdida en mi misma. Es algo difícil de explicar pero ella me entiende cuando le digo eso.

Ya son las 3:17 am y sigo sin poder dormir. Andrés esta dormido, con las pajamas de los Simpsons que le regale y abrázando su almohada.
A veces sale en la plática el tema de las diferencias entre los dos. Son diferencias banales, claro. Yo digo negro, el dice blanco. Yo digo jugo de naranja, el de manzana. En el cine el dice la de terror y yo digo la romántica. Él es el de la relación neurótica con el chocolate, a mi me causan dolor de cabeza. Yo digo Las Meninas, el dice Composition in Red, Blue and Yellow.

Hace algunos días, por primera vez desde que lo conozco, logro que me sonrojara. Solo tomo una simple pregunta.
-¿Diana siempre usa ese lápiz labial morado?-
-Se llama beso violeta-
-¿Y el tuyo como se llama?- Con esa pregunta me sonrojo. ¿Por que? No sé. Tal vez su tono de voz, juguetón como siempre. Tal vez su mirada, dirigida a mis labios. No sé, el chiste es que me sonroje.
-Pasión escarlata- le conteste y pretendí no ver la sonrisa de triunfo que apareció en sus labios.
Andrés: 1
Laila: 0

Supongo que en algún momento iban a empezar los coqueteos. Que yo sepa, los coqueteos empiezan antes del noviazgo, pero con Andrés no fue así. Claro que no iba a ser así, todo con él es complicado. Por la tarde cuando estaba por darse un baño, sonriente y sin camisa se me acerco y me pregunto si le podía ayudar a lavarse la espalda.
-Es que no alcanzo bien- Por un segundo lo dude ya que aun sigue con el brazo lastimado. Pero vi su sonrisa y recordé que me debía una por haber hecho que me sonrojara.
-No, mejor cuando te quiten el yeso-
-El yeso no impide que me laves la espalda- Lo sabia, pero también sabia que la conversación ya tenia otro significado. Y la venganza a veces es dulce jaja. Así que lo bese y después le dije,
-Cuando te quiten el yeso-
-Eso es básicamente un "Andrés vete a dar un baño de agua fría" no?-
Andrés: 1
Laila: 1

Y que es la noche sin el día?